Un Segunda Aragonesa A muy unido

Las chicas del Segunda Aragonesa A han pasado ya el ecuador de liga y han dejado victorias, empates y derrotas a partes iguales. El primer duelo contra la SD Huesca fue un enfrentamiento complicado que quedó en 1-3, derrota que remontaron en Épila con 12 goles y las gradas a reventar. La tercera y cuarta jornada dejaron empates contra el Valdefierro (0-0) y El Olivar (3-3), tablas que compensaron en casa goleando a El Gancho 6-1 en la quinta jornada. El inicio de la segunda vuelta en casa del Huesca (1-0) no ha sido el esperado, pero las chicas ya están listas para afrontar el segundo duelo contra el Épila este mismo domingo.

La salida y la entrada de nuevas jugadoras en esta temporada ha obligado al conjunto a reinventarse y modificar la forma de jugar, pero poco a poco van mejorando y encajando piezas. Aun así, su entrenador, Manolo Lipe, echa en falta una relación más estrecha entre las propias jugadoras y el cuerpo técnico -que no es posible debido a las restricciones del COVID-. Pese a ello considera que “la evolución en lo deportivo está siendo satisfactoria, puesto que los conceptos principales para su edad sobre todo a nivel técnico están mejorando y así podrán afrontar próximas etapas con una buena base”.

Manolo siempre intenta enseñarles “que es un deporte de equipo y que no cuenta el yo sino el nosotras, porque los grupos unidos siempre se hacen más fuertes”. “Al final de este camino lo que les quedará será una bonita relación de amistad”, agrega. El técnico quiere un grupo donde todas tengan buena relación y la convivencia sea cómoda, además de una mejora técnica en el juego para cumplir sus objetivos y que las chicas puedan hacer un fútbol bonito y eficaz.

Las 16 jugadoras de Segunda Femenina A mantienen una ilusión por llegar alto y ya tienen una élite en el fútbol femenino donde fijarse. “Con la edad que tienen, deben de pensar más en el camino de mejora que en el resultado final. Seguro que se cometen errores que nos penalizan en un resultado, pero si ahora no arriesgan no cogerán la suficiente confianza cuando vayan superando categorías. Debemos generar jugadoras con personalidad”, apunta.