Celebramos el Día del Padre con Elena Casao. Su padre Nacho Casao, también guardameta, le transmitió la pasión por el fútbol. Fue portero durante muchos años destacando su carrera en el CD La Almunia. Para ella es todo un referente y por eso, más allá del fútbol, charlamos con Elena en «She Talks» para conocer mejor su relación con su padre y cómo se ha convertido en todo un referente para ella. Todo ello en la sede de uno de nuestros patrocinadores: Sánchez Cubero, empresa aragonesa de instalaciones eléctricas que ha pasado de padre a hijos. ¡Feliz Día del Padre!
¿A qué edad coges tu primer balón?
Desde muy pequeña empecé a jugar con mi hermano en el parque, pero meterme a un equipo como tal a los 6 años.
Ya no lo soltaste.
Nunca lo solté (entre risas). Desde siempre, mi infancia ha sido con un balón, y no sé por qué pero siempre acababa de portera.
¿Quién te introdujo?
Mi padre, él jugó muchos años de portero también y es él que ha sido mi mayor referente.
Tu padre es tu mayor referente, ¿por qué?
Quieras que no, es una persona muy cercana con la que convives todos los días, y aunque nunca lo he visto jugar es él quién me enseñó cuando empecé y me hacía ver cosas que cuando era pequeña pues no veía.
¿Qué te ha enseñado o te sigue enseñando?
Me intentó inculcar todo lo que él aprendió, pero por encima de todo el respeto y la deportividad hacia los demás, porque también cuando jugaba mi padre al futbol era muy distinto al de ahora. El hecho de que también haya sido entrenador me ha servido mucho porque ha sabido dirigirme muy bien. La verdad que me ha enseñado todo lo que soy.
En casa, ¿sois seguidores de algún equipo en especial?
Sí. Somos muy seguidores de la Real Sociedad.
¿Por algo en especial?
Pues también viene por mi padre, porque en su época la Real tenía muy buen equipo y Arconada era de sus porteros favoritos, y a raíz de ahí también me hizo seguidora. La gente siempre se sorprende porque no es lo común y me preguntan si es que soy de allí. Pero la realidad es que no y toda la familia somos de la Real Sociedad.
¿Cómo es vivir en una casa en la que se respira tanto fútbol?
Es un continuo contacto con el fútbol. Realmente, tenemos Movistar y aun teniendo series y películas, siempre acabamos viendo fútbol porque es lo que más nos gusta.
¿Cuándo te diste cuenta de que lo tuyo era la portería?
El hecho de jugar siempre con mi hermanos, con mis primos…al final siempre acababa yo poniéndome de portera sin una razón en concreto, simplemente me salía. Me llevaba más balonazos que otra cosa, pero como mi padre había sido portero pues ya me quedé debajo de los palos.
¿Te esperabas acabar en el Zaragoza?
Siempre ha sido un sueño, porque en las categorías inferiores veía a la selección aragonesa y había jugadoras del primer equipo del Zaragoza – que en ese momento estaba en primera – y pensaba: “Ojalá poder llegar a jugar en ese equipo”. Era llegar al top, y ahora que lo he conseguido estoy muy contenta.
Cuando fichaste por el club, ¿qué sentiste?
Me vino un poco de imprevisto y fue algo muy ilusionante. Al principio no lo asimilaba, pero cuando empezó la liga me mentalicé de que tenía que sacar lo mejor de mí para poder seguir en el equipo.
LOS REFERENTES DE ELENA CASAO
¿Referentes en la portería?
Siempre me ha gustado Casillas. Ha sido mi referente también por todo lo que hemos vivido ganando el Mundial y dos Europas.
¿Y de porteras?
A nivel primera, Sandra Paños. Y también Misa Rodríguez del Real Madrid viene muy fuerte y tiene mucho talento y potencial debido a su juventud.
¿Estilo favorito?
Ahora está muy de moda el saber jugar con los pies y en eso Ter Stegen es el mejor, así que creo que una mezcla entre él y los reflejos de Casillas sería mi portero ideal.
¿Cuál crees que es tu mayor virtud técnicamente?
Lo que mejor se me da son las situaciones de uno contra uno y los reflejos. Creo que tengo bastante rapidez de reacción.
¿En qué aspectos te gustaría mejorar?
Quizá las salidas y el juego aéreo es algo que me cuesta más y en ello estoy trabajando para ser mejor cada día.
¿Alimento aragonés favorito?
El Jamón de Teruel.
¿Qué les dirías a la niñas que quieren ser porteras como tú lo quisiste en su día?
Les diría que sigan y no decaigan porque hay días que son muy duros y el hecho de estar en la portería y fallar, siempre vas a tener más responsabilidad o presión que el resto de jugadoras. Es una posición bastante difícil que puede afectar en tu moral durante el partido, por eso tienen que disfrutar y ser fuertes porque al final si se ponen debajo de los palos es porque les gusta.
¿Sueño por cumplir?
Jugar muchos años al fútbol, lo más que pueda. Al final es mi día a día y creo que no sabría organizar mi vida sin tener que entrenar y jugar. Intentaré competir cuantos mas años mejor y si es posible en una categoría importante.